miércoles, 22 de octubre de 2008

Un nuevo capítulo

Hay días que en el calendario personal de cada uno deberían estar marcados en rojo a pesar de no ser festivos. Son esos días en los que por fin te quitas de encima un peso grande de tu vida y pasas la página del libro para dar paso a un nuevo capítulo. Niños, estoy tan contento!

Creo que a partir de ahora volverá el Manu de este verano, el que sonreía y hacía de las suyas… Bueno, no se si tanto, porque menudo Manu hubo este verano, jaja, pero desde luego que va a ser uno más sonriente (todavía!) Hoy estoy cargado de positivismo, a ver lo que dura!

El caso es que en esto de pasar página la reina, al menos este año, ha sido la Kalomoira, Kalomira o como queráis que la llamemos… Cuándo antes habíamos visto un momento-libro tan impresionante en Eurovisión?

Ya hablamos de ella cuando fue elegida por la ERT en preselección nacional, pero hoy tenemos que comentar su actuación en el certamen, que no lo habíamos hecho en profundidad. A mí me sorprendió el resultado final de Grecia, como a muchos de vosotros, pero parece ser que el rollo Britney saltarina sobre el escenario arrastró votos, sobre todo de los más jóvenes.

Es cierto que transmitía frescura, está claro, aunque el tema se me hace un poco repetitivo, pero fue defendido con frescura sobre el escenario y eso, después de actuaciones como la francesa o la… “española”… llamó la atención, sin duda. Y eso que, desde mi punto de vista, el colorido de su vestuario y de las pantallas hacía que todo pasase un poco desapercibido (no me había dado cuenta del cambio de traje!), podían haber ganado más con otros tonos, otro color… Musicalmente, la base, estupenda para Eurovisión. Y la iluminación del escenario, sobre todo al inicio, bestial!

También creo que lo de abrir el libro podría haberse aprovechado mucho más… con algún efecto de cámara o algo… y nos lo enmascararon con el salto del bailarín (caso aparte los bailarines, buena elección) Y es que es curioso que fuera un libro de esos típicos de cuando éramos pequeños (yo siempre quise tener uno de esos que los muñecos se desplegaban) pero con grandes dimensiones. Sin embargo, nos perdemos el momento de su apertura. Eso sí, luego queda curioso que ella pase por debajo… y el césped… Si no fuera todo el corazón tan violeta, hubiera destacado más el colorido. A pesar de su vestidín rosita!

Me llama la atención de que, por las dimensiones del “libro”, en la semifinal hicieran caso a las peticiones de la delegación griega y les colocaran un bloque publicitario justo antes (a pesar de ser la última canción en actuar), algo inédito en la historia del festival, para que les diera tiempo a introducir en el escenario el armatoste… Curioso privilegio.

De todas formas, no cabe duda de que la griega –a pesar de ser de donde es, que últimamente su nación siempre arrastra votos- este año se llevó el voto joven y supo conectar con la cámara, algo que no todos pueden o saben hacer. Sí, le benefició también cantar en las últimas posiciones, y para mi gusto quedó “demasiado” arriba, pero top 10 tenía que ser seguro. (aunque por un momento pensé que se llevaba el certamen! Y no me hubiera importado, porque mejor que el Dima…)

My secret combination...