Dança con ella...

El comentario que ayer nos dejó un nuevo amigo de esta página (saludos, Mauricio!) me da pie a la entrada de hoy. Comentaba que Silvia Night se quedó a unos puntitos de entrar en la final (bueno, unos cuantos, eh...) y eso me ha hecho acordarme de Sabrina y su Dança Comigo, que este año quedó clasificada en el puesto número 11, a tan sólo un paso del Big Saturday.

Si el undécimo lugar hubiera correspondido a Macedonia (como sabéis, siempre se clasifica) tampoco hubiera sorprendido a nadie, pero el hecho de que fuese Portugal quien se quedase a las puertas sorprende un poco. Primero por ser Portugal, país que suele recolectar pocos puntos pero que lo intenta año tras año con temas dispares en lo que a calidad se refiere, y segundo, por la manida cuestión de los votos vecinales, la fuerza del Este... y demás.

Pero Portugal llevaba este año un estribillo pegadizo, aunque la canción tampoco era nada del otro mundo. De hecho, me parece más propia de una España de Son de Sol y Brujería. Sin duda, los portugueses habían visto la actuación de María Isabel en el Eurojunior, porque lo de los abanicos rojos cantaba un poco...

Sin embargo, la canción fue divertida. Dice Seben, (otro gran amigo de esta web) que Portugal consiguió más votos este año porque ha aprendido la lección y por el culo del bailarín (cómo es, este Leben!) que sembró de sms las arcas portuguesas.

Sea como fuere, me hubiera gustado ver a nuestros vecinos este año, de nuevo, en la final de Eurovisión. Se lo merecen, ya que no participan un sábado desde la gran actuación de la menospreciada Rita Guerra. Algún día hablaremos de ella.

Aquí os dejo la actuación. Fijaros en la música, en la letra, en los abanicos o en lo que queráis.

La admitimos en la categoría de Divas? Bueno, todavía no...