No somos nadie
Terminada la trilogía croata, nos movemos de país, aunque no de región, pues no dejamos los Balcanes ni un sólo momento. Están estos paises empeñados en enseñarnos lo modernos que son -Serbia tiene su gran oportunidad el año que viene, y ya veréis cómo se esfuerzan por demostrarlo- y envían casi siempre temas de gran calidad.
Sin embargo, Eslovenia es el patito feo de la zona, pues sus vecinos suelen darle la espalda a la hora de las votaciones, y le suele costar muy mucho colarse en la final. Aunque este año la canción lírica eslovena sí que lo logró, el año anterior, en Atenas, Anzej Dezan se quedó bastante lejos de conseguirlo. Y no digo yo que no se lo mereciera, que creo yo que bastante.
La suya fue una de estas canciones que se te quedan al instante. Si ya sonaba bien en esloveno, (la canción se llamaba entonces Plan B) cuando la pasaron al inglés el tema ganó -y mira que esto no me suele convencer generalmente, que a mí los te lujbas y demás, me encantan-. Lo tiene todo, o casi. Empieza lento, luego arranca y nos deleita con una base dance que se sale. ¿Y qué me decís del toque del pianillo? Lo más.
El chico derrochaba simpatía (y bueno, un poco de pluma también). De hecho sale en escena con su mariliendre (que se quedó con las ganas de cantar el Molitva), a la que viste de distinto color por ser su favorita. Para mi gusto, se pasa de marica en el videoclip y cuando intenta ir de supermoderno como en la foto. Ay esos 19 años y ese recién-acabo-de-conocer-el-mini-chueca-de-lujbljana... ¿lo ponemos en la categoría de divas? nooooo.