A veces veo Divas...
Dana Internacional en Madrid! Cuándo, dónde, ¿por qué? Ayer íbamos andando por la calle de Fuencarral cuando vimos los carteles y no pudimos sino quedarnos pegados a ellos. Padecimos esa sensación cegadora que le da a todo eurofan cuando ve algo del ESC, puesto que sólo pensamos en ir a verla, sin darnos cuenta de que joé, ya la habíamos visto en febrero en el Misión Eurovisión y de que... ¡los carteles anunciaban una fecha de junio y en Málaga!
Entonces es cuando viene el momento digno: "Pues tampoco hubiera ido porque como ya la ví hace meses..." o "¿y por qué siguen puestos los carteles de junio todavía, ya podían actualizarse!". Sea como fuere, Dana Internacional vuelve a estar en nuestras vidas porque en una entrevista realizada a un diario israelí ha confesado que no le importaría nada, nada, volver a Eurovisión, vamos, que lo haría encantada.
Yo estoy en contra de que las ganadoras de Eurovisión regresen, por mucho que a algunos nos guste ver a algunas otra vez sobre el escenario. Y es que... si ya han ganado, que dejen paso a otros, no? Es como Carola si quisiese volver otra vez, nos gustaría posiblemente que lo hiciera, pero para qué? La Paparizou también parece que desea tomar parte del Melodifestivalen este año (aunque me da a mí que esto son rumores infundados y que la chichirizou ya es una megaestar a la que no le interesa demasiado volver a pasar por el ESC, sobre todo si no gana)
En fin, vamos a ver la actuación de la divina Dana una vez más. Qué bien vestida de Jean Paul Gaultier y qué guapa. De hecho recuerdo a muchos hombres que la mañana siguiente del ESC decían´: "qué buena estaba la que ganó Eurovisión", sin saber que era transexual. (Luego vinieron los sonrojos). Eso les pasa por no estár informados del festival, como lo estamos nosotros, con meses de antelación. Y por no escuchar a Uribarri.
No era la mejor canción, ni posiblemente fue la mejor interpretación sobre el escenario de Birmingham, pero Dana se llevó el triunfo por muchas otras razones. La realización de la BBC, como dijo Uribarri, la mimó por ser favorita, y la canción se pegaba, y el hecho de que Israel mandase un transexual, pues también pesó, claro. Aunque no por todo eso el triunfo deja de ser merecido. Que lo fue y mucho.
Coro israelí (con gorda marginada en la otra esquina del escenario, donde no se le vea), con coreografía israelí (sosa a más no poder, con paseitos sobre el escenario) y canción cantada en hebreo (eso sí que me gusta!). La suma de todos esos factores dió lugar a una gran victoria que ese año también podía haber sido para Chiara o para la injustamente olvidada Imaani, a la que ya recordaremos algún día. Feliz miércoles.
No se si os lo había dicho, pero todavía estoy de vacaciones, así que mañana me voy un diíta a la montaña, como Heidi, así que será el último parón en este diario (un día solo) para retomar con fuerza ya, a partir del viernes, la nueva temporada eurovisiva, wow!