miércoles, 10 de octubre de 2007

Los espíritus me llaman

Ayer cuando llegué a los juzgados de Plaza de Castilla estaban los del Tomate esperándome y, la verdad, tanta popularidad me abrumó. Lo cierto es que sólo me duró unos segundos, porque el lio de cámaras, micrófonos y compañeros corriendo pasó por delante de mí sin ni siquiera mirarme ¡mejor!

Se fueron hacia un señor regordete, con barba... y yo me dije... ¿Roger Pontare? Pero no, era mucho más que eso, venía esposado, escoltado por numerosos guardias, y con un chichón en la frente: ¡El prestigioso abogado Rodríguez Menéndez! Me quedé con las ganas de preguntarle por su relación con Nuria Bermúdez y bla bla bla... pero me hice el digno. Si ellos no me entrevistaban a mí, yo a él tampoco. Ale.

Sin embargo, durante toda la jornada judicial (por cierto, salí absuelto, resuelto y contento, porque estaba más claro que el agua que quien había sido 'atropellado' había sido yo), tuve a los espíritus llamando mi nombre por todas partes. Y es que el Roger Pontare es mucho Roger Pontare.

Si le hubieran visto quienes comentaron el festival este año en la gala posterior, habría dicho que sin duda el 2000 fue el año de los osos. Porque un poco osazo si que es y claro, como estos tienden a generalizaciones banales... En fin, el caso es que afortunadamente ese año solo lo vimos nosotros.

El espectáculo que montó la SVT para su representación cuando organizó el festival fue, cuando menos, curioso. A mí me encantó el rollo vikingo, suevo, alano o lo que sea, pero ese rollo tribal que se gastaron los suecos con el 'Spirits are calling my name' me pareció estupendo, sobre todo porque era algo distinto a lo que Suecia nos tiene acostumbrados y porque visualmente quedó vistoso. Seguro que Rusiana se inspiró en algo.

Además, la canción transmite fuerza y me suena un poco a banda sonora de 'El rey león'. El estribillo me gusta, la verdad, y también la voz del Pontare. Creo que ese séptimo puesto que obtuvieron estuvo más que correcto. Merecido...

Things will never be the same, when spirits are calling my name...