El punto y la i
Sigo encantado con mi automote. Ayer no me dio tiempo a descubrir ningún tema más de la pre española. Bueno, alguno sí, pero es que no merece ni que les ponga su nombre aquí, porque joé, que te dejen subir un video a myspace no quiere decir que subas lo primero que pilles, y que encima quieras colarlo para Eurovisión, un programa que ni siquiera sabes que existe ni cómo es, a tenor de lo que presentas. A la hoguera toda esa gente también.
Vuelvo a oir el Todo está en Mi Mente de Coral y sigue sin quedarse en mi mente… hay algo que no me cuadra… Me comentaba el gran Nils que le recordaba sospechosamente demasiado al Cara Mía de la pre sueca del año pasado. Puede darle un aire, no digo que no… pero no lo veo claro del todo (nen, “lo otro”, tengo que mirarlo más a fondo, que no me ha dao tiempo) De momento, continúo igual, Baltanás, Te prefiero.
Lo que sí leí a última hora de anoche, con unas cuantas cervezas de más en el cuerpo, para qué engañarnos, dios, soy un alcohólico, es que parece que Mirela no presentará el tema en el que estaba trabajando y que finalmente lo grabará Mayte, de OT (no tengo ni idea de quién es esta, las últimas ediciones me las perdí y salvo algunas excepciones tipo Soraya Poyeya y demás, no sigo la carrera –juas!- de ninguno), en fin, veremos a ver qué pasa.
Bueno, que como os decía sigo encantado con mi automote. En Eurovisión también tuvimos un policía una vez, y no como parte de la seguridad bajo el escenario, sino sobre él. Vale que no era el policía buenorro como yo, pero sí que era un agente de la autoridad y un peazo de tocho impresionante. Hasta el punto que lo utilizaron como parte del atrezzo para esconder tras de él a la chica al inicio de la sesión, qué momento más kitsch. Bueno, ellos se llaman Maxine y Franklin (el poli, que sale como tal en la presentación) y formaron una pareja atípica, el punto y la i, del festival de Eurovisión de 1996 (bueno, y también de su vida propia, pues son o eran, al menos, en aquel entonces, pareja en la vida real).
Él nunca había cantado profesionalmente y ella… sí que estaba acostumbrada a dar saltos en el escenario, como demostró allí en Oslo. Coreografía bastante cutre, voces que no están mal y la canción De eerste leer, con un estribillo pegadizo (a no ser por el nananana), cantada en holandés… gustó a los jurados europeos. Tanto que quedó séptima, justo por encima de la gran diva y no siempre bien valorada Gina G, jaja…
En fin, que se acabaron los relatos policiales en el ESC (que yo sepa) y en este diario, a no ser que haya que ponerse el uniforme para ir a detener a algunos de los que se han presentado a la pre española de este año, por su poca vergüenza… Besos!
Somos el punto y la i....