Los 300
No, no he visto la película ni tengo intención. De hecho este fin de semana lo que he intentado es ver ‘Monstruoso’, pero la tuve quitar a la media hora, porque me mareaba, me daba vueltas la cabeza… No es que la película fuese mala (que tenía toda la pinta) sino también que la estaba viendo en la pantalla del portátil y ahí claro, los ojos dijeron basta…
No ha sido de todas formas un fin de semana productivo, ni digno de destacar. De hecho, lo más destacable hoy es que este es el post 300 de este diario. Si, ya se que de vez en cuando os voy dando estas estadísticas que incluso puede ser que os resulten pesadas, pero a mí me resulta curioso, porque cuando empecé, tenía mis dudas de si podría llegar a hacer algo, de si tendría constancia con este escrito cotidiano. Y bueno, contra viento y marea, aquí estamos. Todos. No?
Últimamente es cierto que abundan por aquí las baladas, pero ya sabéis que eso es algo circunstancial. Hoy, sin irnos a lo dance, nos quedaremos con un tema folk, para mí, una de las perlas de los años 90. Uno de esos temas que no pasarán de moda en mi gusto personal ni en 300 años. Se trata del ‘mi corazón no tiene color’ que cantara en el 96 (repetimos año) una sonriente Lucia Moniz, obteniendo la mejor clasificación hasta la fecha de nuestros vecinos portugueses. Un sexto lugar!!
Siempre recordaré su sonrisa, su vestido rojo con motivos folclóricos, su cavaquinho o como se escriba (qué simpática cuando lo señala en medio de la actuación) y, sobre todo, la orquestación. Qué bien sonaba la orquesta con este tema, señores, se merecía 300 puntos! Cuando la escuché por primera vez me pareció un tema muy atípico para lo que nos tenía acostumbrados el festival pero poco a poco fui tomándole cariño y hoy día se disputa el primer puesto luso en mi ranking particular junto con las Negras Aguas de Vania…
Qué razón teníais al comentar que el 96 fue un año de riqueza étcnica… y de calidad! A pesar de que la realización de la tele noruega, con tanto efecto, a mi me parece lo peorcito…
Feliz lunes!
O meu coraçao non tem cor