jueves, 4 de septiembre de 2008

Como el viento

Dicen que cuando uno tiene un hijo, lo primero que siente es una gran satisfacción y que después, ese gozo se convierte en un gran miedo, en un gran sentido de la responsabilidad que te embriaga y te deja paralizado.

Bueno, no voy a experimentar nunca esa experiencia (creo), pero sí la de tener un proyecto durante mucho tiempo y, ahora que está a punto de nacer, hay veces que me quedo helado. Y lo mejor está por venir, se supone. Pero a veces me da miedo, escénico, ya os iré contando, que de momento no puedo deciros más.

Miedo escénico seguro que le ha dado a más de un representante en Eurovisión. Los segundos antes de salir al escenario deben ser de infarto, se debe sentir el mismo vértigo que en una gran montaña rusa antes de bajar esa pendiente infernal que enreda los pelos al viento.

A quien no se le enredaron fue a la belga Vanessa Chinitor, uno porque los tenía cortos (qué chispa) y dos porque salió con bastante aplomo y pasmosa calma al escenario de Jerusalem'99. Su canción 'Like the Wind' quedó en el puesto 12, no por las cualidades vocales de ella (aunque hay que reconocer que tiene una voz peculiar, muy grave) sino seguramente por la instrumentación de la canción, bastante aceptable.

Al inicio casi ni se le oye, pero a mí la canción me parece agradable, se deja escuchar, con una interpretación correcta (momento coreográfico incluido). En 2006 Vanessa volvió a intentar representar a su país, pero quedó última en la pre belga, mostrando lorcillas (el tiempo, que pasa para todos) y una canción también destacable (a pesar de su posición) que algún día recuperaremos... Saludetes nens!

Be like the wind... run forever free...