Can't waste my time...
Estar bien uno consigo mismo es un ejercicio muy difícil de conseguir, sobre todo si eres un poco exigente o perfeccionista. Pero cuando eres capaz de ser tremendamente feliz por algo sumamente pequeño, como pasar la mañana del domingo con el portátil en la cama, escribiendo artículos atrasados, o estar contento porque cuando te levantes vas a ponerte las zapatillas de estar en casa más calentitas y más molonas del mundo, eso es que has conseguido estar bien contigo mismo.
Y a mí eso, rara vez me pasa, posiblemente porque uno va tan corriendo por la vida o deseando lo que no tiene que poco repara en los pequeños detalles... En fin, basta de filosofadas baratas de domingo! Hoy os voy a poner una canción que seguramente os guste poco. De hecho a mí, cuando ganó la primera semifinal del Melodifestivalen este año no me gustó casi nada.
El rollo High School Musical no me va demasiado, y la niña esta envuelta en una chaqueta patrocinada por Ferrero Rocher no me hacía gracia ninguna.... Sin embargo la canción de la superventas sueca poco a poco se me ha ido pegando, hasta el punto de que me gusta y me anima bastante ahora. Incluso siento simpatía por sus paletas separadas y por ese bailecito tontón que hace como coreo. Me encanta!
No será mi canción favorita de este año ni mucho menos, pero ahora que lo pienso... ¿por qué no Amy Diamond en Belgrado este año? Fresquita, divertida y con ese toque inocente... Volverá, seguro que volverá... ya lo dice el Canto del Loco. Además, para tener 16 años tiene un tono de voz que a mí, particularmente, me llama mucho la atención... y me encanta lo del "Can't waste my time so goodbye". Buen domingo!
Lo dicho, can't waste my time so goodbye...