lunes, 20 de agosto de 2007

Oh la la!

Oui, oui, qué rápido se pasa el tiempo! Espero que el Koldum os haya tratado bien en mi ausencia! Podría aburriros ahora poniendo el video de mis vacaciones como quien pone el video de la boda de su prima la del pueblo en la cena con los amigos, pero no, os ahorraré ese sufrimiento reconociendo, únicamente, la belleza de París (que no de los franceses, para disgusto de algún lector de este diario) y la justificada buena fama de la gastronomía francesa, wow! Hoy me pongo a dieta!

Como ya digo, al menos hoy no os contaré anécdotas, lo bien que me lo he pasado, etc, si van saliendo a lo largo de los días, pues bien, si no.... ¡pues a lo que nos interesa! Cuando uno viaja fuera se cree que va a ver cosas de Eurovisión por todas partes, pues piensa que, al contrario que en España, en el resto de países el festival es algo así como una institución televisiva inamovible y que la gente se pasa el día hablando de ello. Luego vas por la calle, ves a los gabachos en su día a día y te das cuenta de la realidad: "A estos tampoco les importa el ESC". En fin, a ver si cuando vaya a Suecia algún día esto es distinto...

Sin embargo, el subidón de adrenalina se produce cuando vas por las Galerias Lafayette, con glamour, pero sin creerte Victoria Beckham, y en la sección de discos te encuentras esto:


Claro, entonces lo primero que piensas es en hacerle una foto para el blog. Y allí te ves, en medio de la alta costura franchute sacando tu cámara y fotografiando un single. Vamos, que si alguien te mira en ese momento piensa que estás medio loco, pero así es la vida del eurofan. Si amigos, Verka (nombre europeo de Vershka Serdushka para tener más promoción) en el número 19 de ventas en el país galo y en España casi sin enterarnos! Pues tenían el disco en muy buen lugar, vamos, que todo el mundo podía verlo, e incluso un cartel anunciando que te podías pedir el tono para el móvil... Eso sí, 4 euros por un single, me parece un robo. Allí se quedó, por supuesto!

Dos pasillos más adelante me encontré con un CD de otra grande de Eurovisión: Natasha St. Pier, que representó a la France en 2001 en lo que fue, posiblemente, la actuación más digna del país vecino en los últimos años, quedando en un cuarto lugar. (Bueno, junto a Sandrine François y su quinto puesto en 2002). Hay que ver lo bien que le sientan los años a esta chica y lo bien que lo hizo en Copenhague, cantando una de esas grandes baladas que (al menos hace años) cabía esperar de Francia, con una voz estupenda, bien plantada sobre el escenario con ese vestido rojo... De diez. Y cómo me gustó años después cuando hizo el dúo con Miguel Bosé (y eso que él no es santo de mi devoción). Os dejo con el video y me voy a deshacer la maleta. Mañana más y mejor. ¡Me alegro de volver a leeros!




Pero qué invento es este? Me han cambiado? Hoy no hay críticas! Esto no puede ser...