Luminita rebota
Uff… hoy no doy para mucho más, así que paso de contaros mi vida. Tan sólo con que os imáginéis a una pelota de goma de esas que todos teníamos cuando éramos pequeños, de esas que botaban de un lado para otro sin parar, pues con eso os vale. Sí, soy como una pelota que rebota hacia mil sitios, intentando llegar a todos… Hacerme parar!
Ahora se me ha quedado el chiste fácil para decir… ¿os acordáis de aquel/aquella eurostar que era oronda como una pelota? Pero no, no lo haré porque nadie está a salvo de unos kilos de mas y, principalmente, porque hoy no me siento especialmente cruel, la verdad, jajaja, y eso quizá sea preocupante.
El caso es que me apetece escuchar algo cañero, y ¡ostia! Se me ha pasado la no-crueldad, así que os voy a hablar de Luminita, que cantó algo cañero y además, si se cae de boca… ¡rebota! Tenía yo ganas de sacar este tema a colación y mira por donde hoy va a ser el día. La primera vez que lo escuché me encantó, aunque dije: qué raro para el festival, a ver cómo hacen la puesta en escena, seguro que la ‘cagan’…
Pero no, Rumanía sorprendió ese año porque la voz de Luminita fue más potente casi en directo que en la grabación del CD, y porque la puesta en escena fue excepcional. Lo de los bidones amarillos puede que ya estuviese visto en alguna representación teatral de nueva corte pero a mí, en el escenario del ESC, sencillamente me fascinó. Me parece que pega tanto con la canción que creo que no lo pudieron hacer mejor.
Me acuerdo que la tele ucraniana casi les veta el poder llevar los efectos pirotécnicos porque podían ocasionar un incendio en el escenario, pero al final les dejaron hacer ese efecto que para mí no fue ni mucho menos lo más impactante, aunque quedaba justificado en el espectáculo (no como el empacho de fuegos artificiales de este año, que cualquier pirotécnico de Valencia fijo que está frotándose aún las manos por el gol que le metió a la YLE).
Luminita, suprema. Lo hizo estupendo y, por una vez, me parecieron justificados los 12 puntos de España a Rumanía. Joé, no me hubiera importado que ese año hubieran ganado, con permiso de la Shiri, claro. Bueno, y de la Paparizou, of course.
Qué buen rollo me transmite esta canción, aunque la letra sea sosaina como ella sóla, pero me encanta la base musical. Ale, me voy rebotando con la música a otra parte…
Let me try, let me try, I don’t wanna say goodbye…