Peluquería o videoclub
Empieza la semana… de tres días! Porque sí, aquí en Madrid tenemos puente puentazo, que para eso el 2 de mayo echamos a los franceses del país y hay que festejarlo! Jaja… hay la revolución francesa, cuánto trastocó –y trastoca- la vida de muchos y muchos españoles, de muchos y muchos integrantes de este diario!
Estos días son muchas las noticias que nos llegan desde la France, pero la que a mí más me congoja es la de que Virginie Pouchain (de la que ya hablamos) y cuyo tema a mí, a pesar de ser soso hasta decir basta, me gustó, por lo que tiene de franchute, ahora pasa sus días trabajando a medio tiempo de… ¡peluquera! Vaya señores, cierto es que no fue muy exitoso su ‘Il etait temps’ pero pobre chica… Claro, que te da igual que sea exitoso, porque ahí tenemos a Anabel Conde, con un fabuloso segundo puesto en el año 1995 y acabó sus días en un videoclub de Fuengirola o, lo que es peor, presentándose a la pre de 2001 con una canción infumable, que se llamaba ‘Ni colores ni fronteras’…
Pero su temazo del 1995 nos hace olvidar todo, sin duda. Reconozco que la primera vez que lo escuché –en la radio, por aquel entonces- dije, uf! Ya está España mandando la misma canción sosaina de siempre…. Pero la interpretación en Irlanda aquel año fue sublime, desde la orquesta hasta, por supuestísimo, ella. Qué forma de modular y de controlar la voz! No se me borrará de la cabeza el grito final cuando se tapa incluso el oído… dejó a todo el mundo boquiabierto… ¿Cuándo se ha visto tanta calidad en una representación española? Aquel año, porque los noruegos llevaron un tema precioso musicalmente hablando, el Nocturne, que impactó por lo novedoso de poner en escena del ESC el ‘new age’, sino el 96 hubiera sido el año de celebrar Eurovisión en España.
Ahora mismo no se bien qué hace Anabel, pero sí, todos pensamos lo mismo, lo injusto de que tras su demostración vocal no alcanzase más fama y reconocimiento en forma de disco (o de gráfica)… Bravo por Anabel!
La nota curiosa: la gracia con la que se sube el tirante que se le resbala...