viernes, 21 de septiembre de 2007

Inocencia interrumpida

Ayer vi 'Los líos de Grey', una peli simplista de las de pasar el rato y decir, oye, pues me he divertido. Os la recomiendo si no tenéis mayores pretensiones. Va de risas, enredos, celos y rollo bollo.

De enredos ha vivido siempre también Eurovisión y este año la cosa empieza a ponerse caliente prontito, ¡en una semana comienza la primera de las preselecciones! Y como no podía ser de otra forma, con cierta polémica. Resulta que Islandia ha decidido que, tras los batacazos de los últimos años, en 2008 se pondrán las pilas y han organizado un concurso tipo melodifestivalen pero que va a ser superlargo y entre el jurado estará nuestra Selma, lo que le da buena pinta. El caso es que el primer finalista y su primera canción serán elegidas el próximo dia 29.

¿Qué pasa? Que tradicionalmente las reglas del certamen indican que las canciones no pueden ser escuchadas ni difundidas antes del 1 de octubre del año anterior. Si finalmente la canción del 29 de septiembre ganase y fuese a Belgrado, ¿podría ser descalificada?

Jaja, conjeturas aparte, porque todo esto se produce porque es la primera noticia de lo que es la nueva temporada eurovisiva, esperemos que la RUV, a pesar de tanta prisa, haga un excelente trabajo y mande una estupenda propuesta. Personalmente, me gustaría ver otra Silvia Night o, ¿por qué no? algo tan glamouroso como me pareció en su día Paul Oscar (año 1997)

Yo por aquel entonces era un alma cándida e inexperta que cuando Uribarri le presentó como un 'drag queen' no sabía casi lo que era. Pero yo apuntaba maneras, porque cuando ví el espectáculo con el que aquel año se cerraron las participaciones en el festival me quedé boquiabierto. ¡Si eso era más un videoclip que una propuesta islandesa! El acompasado movimiento de las bailarinas, el sofá de 'escai' blanco, los sugerentes tocamientos de Paul Oscar me dejaron tan anonadado que ni me fijé en lo depiladísimas que llevaba las cejas o sus kilos de maquillaje entre otros detalles. Qué inocente era.

La canción me encantaba. Por aquella época yo empezaba a salir por Madrid, recién llegado a la capital, y me imaginaba que me la ponían en cualquier local de Chueca. Total, ponían algunas muy similares. Qué descubrimiento. Hoy día no se si me gusta más en islandés (yo creo que sí) o en inglés (versión que conseguí años más tarde), pero el caso es que me encanta. Y creo que esta actuación pasará a la historia del fstival, o por lo menos a la mía propia, como la del despertar de una nueva Eurovisión. Juas, hoy estoy tan poético... Pero es que señores, qué planos, qué realización de la tele irlandesa, qué escenario. Uf, qué subidón, ya es viernes.


Y qué más me da que quedase mal?