lunes, 16 de junio de 2008

Verano... ¿esloveno?

El año pasado, por diversas circunstancias, influencias y motivos que no vienen al caso, cogí bastante peso, llegando a tener una talla XL (Soposto, te jlubam... jaja... de éstas ya hemos hablado) He tardado un año en volver a lo que yo era, pero ahora que he vuelto a comprar camisetas de la talla M, soy todavía mejor partido! Wow, qué contento estoy! Porque uno será eurofan, pero también es pelín coqueto, y futbolero, España ya está en cuartos, y lo vivimos, casi en directo, entre el Diario y La Pasión Griega de Nikos!


De vuelta en la gran ciudad, os cuento que el verano aún no lo tengo planeado, pero que al menos hoy me han confirmado ya al fin cuáles serán mis días de vacaciones. En ellos, además de trabajar para algún proyectillo que hay por ahí -ya os contaré, lo mismo os pido que me echéis una mano- habrá que darse una vuelta por Europa, no? (que angelico yo, no viajo apenas). La verdad es que no me quejo, pero de momento, las posibilidades están entre Grecia, Eslovenia o Croacia.

No me importaría nada visitar Ljubljana (aunque no acuda al EMA, algo que sería un puntazo), más si fuera de la mano de Karmen Stavec, Rebeka Dremelj o Alenka Gotar. Claro, que mucho mejor si lo hiciese de la mano de Andrej el del 2006 o, sobre todo, de Omar Naber wohooo! Pero como casi todos ellos han pasado ya por aquí (o lo harán próximamente) nos vamos a quedar hoy con una de las primeras actuaciones eslovenas, la de 1995.

El "Prisluhni mi" de Darja Svajger (quien repitiera por su país en 1999) es uno de esos temas de cuando los países balcánicos llevaban temazos, tanto en composición como en voz de la intérprete. De esos temas redondos de mediados de los 90 que crearon un estilo musical propio dentro del festival. Recuerdo que llegué a hacerme una compilación de todos esas canciones y el Prisluhni mi entró directo en la lista de los favoritos.

En el festival quedó séptimo, y rebosa calidad por los cuatro costados. No tiene coreografía, no tiene espectáculo visual, pero está muy acorde con la línea estética y musical del festival que se celebró en Dublín en 1995 y que casi se lleva Anabel Conde, con permiso de Secret Garden. Buena música con sonido de orquesta en Eurovisión para comenzar la semana. Venga, que ya hace solecito.

Say you miss me...